AVANZA EL PARQUE ESCULTÓRICO EN SIERRA DEL TIGRE

En la Reserva Natural de Sierra del Tigre de Tandil, se avanza con la creación de un Parque Escultórico que tendrá, como piezas inaugurales, un zorrito y un puma, dos especies autóctonas de la zona.
Esculturas

Quienes están a cargo de la obra son José Araolaza y Fernando Sánchez Abrego y, desde la mañana del Jueves Santo trabajan sobre dos moles de granito gris, utilizando la técnica de talla directa, como lo hacían los picapedreros que se instalaron allí mismo, a principios del siglo pasado, tal como testimonian los vestigios de algunas construcciones que se encuentran dispersas en todo el predio.

La dupla trabajará, de 9 a 17, hasta el Domingo de Pascua.

A la Reserva se van acercando locales y turistas que conversan con los escultores sobre ese trabajo artesanal y paciente que realizan, en tiempo real y con muy pocas interrupciones, para eternizar en piedra el espíritu de la fauna serrana.

En ese vallecito del terreno, a pocos metros del ingreso, el sonido de las herramientas rasgando el lienzo pétreo se confunde con el canto de los pájaros, la brisa que ondula sobre el faldeo serrano y las cabalgatas de turistas que se adentran en los senderos.

Un Parque Ambiental con historia e identidad
En diciembre del año pasado, se inauguraron las remodelaciones realizadas de manera conjunta entre el Municipio de Tandil, la Asociación Cooperadora Reserva Natural de Sierra del Tigre y la Provincia –a través de Ministerio de Ambiente- que permitieron avanzar hacia la concepción del predio inaugurado en 1972 como un Parque Ambiental que potencie y genere mayor conciencia sobre el respeto por la biodiversidad, el cuidado y la conservación de la flora y fauna autóctona. Entre ellas, la mejora en los accesos, la renovación y ampliación de la señalética, la recuperación y reutilización de aguas y a creación de un Aula Natural.

A partir de ahora, la Reserva también contará con un Parque Escultórico que crecerá desde la misma piedra que la constituye, a la vieja usanza de los picapedreros que la habitaron hace más de un siglo. Una forma de perpetuar el patrimonio natural y cultural serrano a través de esa actividad, una de las primeras industrias pujantes que se desarrolló en nuestra ciudad.
El acceso a la actividad es con entrada libre y gratuita.

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