El proyecto busca mejorar las condiciones edilicias del espacio y preservar su valor patrimonial, e incluyó dos etapas. Una de ellas comprende la puesta en valor de la fachada, ya completada, y el arreglo de veredas, con recambio de baldosas y tratamiento de raíces de los ejemplares del arbolado público, para garantizar la circulación por ese sector. La otra fue pintar todo el interior y exterior.

Desde la Secretaría de Planeamiento y Obras Públicas precisaron que “actualmente se están haciendo los trabajos finales en las veredas, donde se retiró el material existente y el contrapiso, se realizó el tratamiento de raíces, y ahora estamos con la construcción de un nuevo contrapiso y colocación de baldosas. Además, se cambió la cañería de los pluviales a cordón vereda, que estaba deteriorada”.

“En el frente se avanzó con la reparación de algunos sectores con nuevos revoques, se completaron arreglos en un sector de circulación secundaria de vehículos y se destaparon los conductos de pluviales de la losa de azotea”, agregaron.

La otra etapa, que ya se concluyó, abarcó la pintura integral de todo el interior y en el exterior, respetando los colores originales del edificio y la reparación de persianas.    

Estas etapas, que comenzaron a ejecutarse en los últimos meses del año pasado, demandaron una importante inversión y formaron parte de las obras impulsadas por el Municipio con el objetivo de preservar los edificios públicos y su importante valor patrimonial.

Además, permiten mejorar las condiciones de funcionamiento en el espacio donde funciona la Dirección de Bromatología, la Sala Comunitaria de Elaboración de Alimentos y cooperativas y emprendedores locales ofrecen sus productos.